Víctor Manuel Rocha

Inteligencia

18 de diciembre de 2023
Por: José Báez Guerrero

Muchos amigos y conocidos aun están azorados por el sometimiento judicial de un embajador estadounidense ligado al país, acusado de haber espiado para Cuba durante toda su exitosa carrera diplomática. Estuvo dos veces destacado aquí y además presidió la mayor empresa minera local.

Colegas del Departamento de Estado han expresado que sienten una mezcla de pena, asombro y decepción, como quienes lo tratamos en Santo Domingo desde hace cuatro décadas.

Quizás es un típico caso de resentimiento casi atávico, un penoso desperdicio de inteligencia y talento al servicio traidor de una mala causa. Demuestra que mucha capacidad intelectual carente de adecuado manejo emocional y poco crecimiento espiritual puede poner bruto a cualquier genio.

Es difícil entender cómo alguien con las oportunidades que tuvo en los Estados Unidos prefiere colaborar con una dictadura que lleva seis décadas martirizando a Cuba.

El embrollo es tan espectacular como una producción cinematográfica. No sorprendería que en vez de doble sea un triple agente y que su ordalía sea alguna deslumbrante operación tras tantos años entre espejos y sombras… Buen argumento fílmico inútil en los tribunales.

José Báez Guerrero

Abogado, escritor y periodista dominicano.

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