Hace cinco años, más del 60% de los aspirantes a ser maestros se quemaron en las pruebas de selección del Ministerio de Educación. ¿Ha mejorado ese índice? Para ingresar al magisterio es imprescindible poseer competencias mínimas necesarias, pero los requerimientos oficiales no son como para entrar a la NASA…
Ser incapaz de pasar una prueba elemental obliga a preguntarse, ¿en manos de quiénes estamos poniendo la instrucción a nuestros niños y jóvenes? Si eso era sin pandemia, ¿qué suerte corren ahora? Para mejorar la educación con urgencia necesitamos medidas heroicas.
El gobierno seguramente tiene fondos para importar maestros calificados de países con gran desempleo, como España, Venezuela y Puerto RIco. Igual a como no podemos esperar que un médico se gradúe de doctor para atender una emergencia pues el paciente puede morirse, si en cinco años no pudimos preparar suficientes buenos maestros, debemos pues tomar medidas de emergencia tan urgentes como las sanitarias y económicas. Ojalá apliquemos la mejor inteligencia para evitar seguir siendo tan brutos. ¿Querrá hacerlo el presidente Abinader?
