Al ver a Washington urgir a Moïse celebrar elecciones, recordé que los latinos decían “fraus omnia corrumpit”, que significa “el fraude vicia todo”. Si lo extrapolamos del ámbito del Derecho civil para irnos al Derecho público internacional y la diplomacia, adquiere una enorme importancia al referirlo a Haití.
Ha sido y es un fraude hacernos creer que Haití es viable. En 1914, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos ocuparon brevemente Haití por su ingobernabilidad, que violentaba ciudadanos e inversiones extranjeros. Los americanos ocuparon Haití desde 1915 hasta 1934, 19 años. Franklin Roosevelt declaró en 1920, siendo subsecretario de Marina: “Yo mismo escribí la Constitución de Haití, y si lo digo, es porque creo que es una constitución bastante buena”. Desde 1804 hasta 1920, la constitución haitiana prohibía a blancos tener derechos políticos y civiles. Varias veces recientemente la ONU ha intentado infructuosamente poner orden.
Simples datos dan mucho qué pensar… ¿Hasta cuándo seguirá el fraude de hacernos creer que ese territorio incesantemente involutivo puede valerse por sí mismo? Ojalá acabemos de entender.
