Mi lector Remy Boulsicat me escribe: “Fitch redujo la calificación de riesgo de Panamá, país con similares problemas que aquí: déficit fiscal, gran endeudamiento y políticos rapaces, pero la ventaja de estar dolarizado.
Esa degradación ocurrió porque la Suprema Corte declaró inconstitucional el contrato de concesión de su mayor operación minera, una mina de cobre.
Esa decision judicial representa perjuicios a la concesionaria, sus accionistas y los bancos e instituciones financieras que respaldan la operación. No es coincidencia ni casualidad la pérdida de confianza en Panamá.
Para nosotros, la lección es que el retraso de apoyo gubernamental a la minería impacta negativamente la posible mejora de la calificación de riesgo país.
Aunque nuestra calificación depende más de mejoras institucionales, como los seis índices de gobernanza del Banco Mundial, y la mejora de la situación fiscal, más minería mejoraría sustancialmente las finanzas públicas, apoyaría el desarrollo en la frontera y mientras más inversión foránea directa venga, más le sigue detrás”. Estoy 100 % de acuerdo.
