Afortunadamente tengo buenos vecinos y no vivo en Ciudad Bosch. En 2015 comenté sobre los del oeste. Hoy es mucho peor. Dije: Ya no sé qué hacer con mis vecinos. Si ofrezco pagarles un psiquiatra podrían ofenderse. Imagínense, los invito a casa y aquí se pelean entre ellos y terminan culpándome a mí. Cuando usan mi baño no dan manigueta. Luego nunca quieren irse.
Lo peor es que según he sabido, viven resentidos conmigo, dándome tijera cada vez que pueden por el vecindario. Pero en las demás estancias no los dejan entrar por asquerosos, aunque les celebran todos sus chismes…
En su patio, desorden con cucarachas, ratones y alimañas, no crece ni grama. A cada rato intentan tirar sus desperdicios en mi jardín y cuando reclamo arman un vocinglero como si estuviera en falta yo. Se burlan si voy a misa, pero tienen unos ritos rarísimos. Les visité, para que no me digan parejero, y fue un desastre. Me cayeron a pedradas. Unos atronados juraban que debía buscarles trabajo. No sé qué hacer con mis vecinos….