El PRM luce encaminado a lograr con las entidades mas beligerantes de la sociedad civil y el coro de periodistas “decentes”, muchos de ellos “cornetas”, una cooptación similar a la lograda por el PLD con el PRD: su neutralización al ponerlos a compartir el pastel del poder.
Una prensa excesivamente complaciente y poco vigilante, grave peligro para la democracia, sería tan funesta como que el PLD sea incapaz de articular una oposición política constructiva y leal. Las democracias maduras asignan una irrenunciable función a la oposición, ser contrapeso del poder.
Es difícil imaginar a Danilo Medina, único dominicano impedido constitucionalmente si quisiera volver a ser presidente, recomponer al PLD, pues Leonel fue un “spoiler” exitoso que malogró el enorme capital político de Danilo.
Si a por ellos va Miriam Germán, imposible sólo a uno de ambos. Los gobiernos aplastan a sus adversarios sólo si estos se dejan.
Ante insondables, múltiples y gravísimos problemas, Abinader deberá decidir si hace caso a sus peores asesores o si cimenta un sólido liderazgo de largo plazo.