Se me dificulta entender por qué los niños, adolescentes y demás estudiantes pueden ir al cine, de compras, jugar con vecinos o amigos, pero no ir a la escuela a recibir clases.
Leí ayer en el Washington Post que estudios bastante serios indican que, aplicando los protocolos de seguridad correspondientes, asistir al colegio o la universidad es de las actividades menos riesgosas para transmitir el virus del Covid19. Es distinto el caso de infantes y niños muy pequeños con los que se debe tener otro tipo de cuidado pues es casi imposible que cada uno tenga al lado una cuidadora o maestra mientras está con el grupo en el aula.
Pero es horrorosa la pérdida de clases que estamos acumulando, especialmente en países con un déficit de educación tan acentuado. Eso de clases por radio, televisión o Internet ayuda al gobierno a politiquear arguyendo que algo hacen por la instrucción pública, pero dudo que nadie crea que esos amaracos están realmente dotando de conocimientos y destrezas a nuestros estudiantes. ¡Repensemos esto!