Recientemente el colega Rafael Peralta Romero me recordaba cuando compartimos cubriendo el Palacio Nacional como reporteros. La rivalidad de competidores se agudizó pues me encantaba dar “palos” (publicar noticias exclusivas).
El Caribe y el gobierno andaban desencontrados desde que Peña Gómez pidió boicotear al periódico que calificaba de “balaguerista”. Era 1979 y me tocó ir a Santiago a los actos del 30 de marzo, incluida la inauguración del edificio de Casa Haché que encabezaría el presidente Guzmán. Días antes, el gobernante había dicho frente a sus guardaespaldas (algunos excompañeros míos de la academia militar), “ese muchacho me tiene harto”, pues cada vez que podía procuraba preguntarle sobre la actualidad.
Quizás por exceso de celo, uno de los jefes del DNI se ocupó personalmente de propinarme un codazo en el estómago que respondí instintivamente con un trompón en su rostro. Intervino Ramiro Matos, jefe del Ejército, para salvarme del incidente. Poco después me fui a estudiar a Estados Unidos, pero siempre recuerdo que las quejas de los presidentes sobre periodistas son peligrosísimas.
Me disponía a garabatear esta columna sobre alguno de mis temas preferidos, como la necesidad…
Los éxitos y logros del Gobierno, que no son pocos, están réquete conocidos y cacareados. Igualmente…
Los publicistas oficiales destacan acertadamente que el Gobierno muestra enorme interés en el debate mundial…
Desde tiempos de Alix ni siquiera los decimeros están exentos de dudas en cuanto a…
Tuvo razón el asesor del presidente que, al ser consultado sobre prohibir la reelección, le…
Barbados, pequeña isla de 430 kilómetros cuadrados, menos de 300,000 habitantes y PIB de US$6,600…