Un fulano, con perdón de tantos, apodado Mantequilla, fenómeno viral en las redes sociales, que con igual facilidad hacen famoso a cualquier idiota, brincó del orbe cibernético a la prensa respetable del país. Su atributo para ser notorio es que muchos incautos le entregan dinero que promete “duplicar” con una “fórmula secreta”. Algunas autoridades afirman que es otro esquema piramidal, estafa tipo Ponzi.
Estos datos, sumados a declaraciones (confesiones) del mantecoso con oficina en Sabana Grande de Boyá, deberían bastar para que algún fiscal auxiliado por la Policía al menos lo interrogue, por recibir dinero de depositantes contrariando las leyes en vigor, incluyendo las de lavado. Periódicos serios publican que él dice: “quisiera decirle a la población ‘miren cómo es’, pero se crearía un caos social, porque estaríamos atentando en contra de la economía del país. Si yo revelo este código, puede ser que la economía sufra a nivel nacional e internacional”.
¡Cuanta locura! Como con los Rosario, avergüenza la falsamente cándida promoción por una prensa que facilita que esquilmen a inocentes.
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