Esta apreciación acerca de la más reciente producción literaria del periodista y escritor José Báez Guerrero no es de mi autoría, pero por su originalidad expresiva me apropié de ella tan pronto la oí de labios del poeta José Mármol en el acto de puesta en circulación.
Mi identificación con esa expresión no se quedó tan solo en una cuestión de agradabilidad sonora o simpática por su eufonía, sino que se robusteció luego al comenzar a leer este primer libro de poesía del buen amigo y colega, pues ciertamente, como apunta en el introito el laureado bardo, Báez Guerrero nos deleita nuevamente con el tono y el enfoque sabroso que distingue tanto su prosa como su verso.
La creatividad literaria y el buen dominio del lenguaje, otras dos cualidades que Mármol destacó de la obra, y en especial su carácter ameno y su capacidad para tratar temas en profundidad con sencillez y claridad, me hicieron recordar las ocurrencias en Siete gotas de arena y la recreación de ambientes y personajes en la novela Ceroles.
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